Psicología,  Sexología

¿Podrías enamorarte de una persona de tu mismo sexo?

Las cosas no te las planteas hasta que te ocurren, y cuando ocurren nos dan miedo. Siempre tenemos miedo a lo desconocido, a lo que la sociedad marca como algo fuera de lo normal. Pero en la diferencia está la variedad y está lo especial, aunque aceptar las cosas, no sea fácil para todo el mundo.

Hablamos de amor: hombres con hombres, mujeres con mujeres,  mujeres que se enamoran de la persona independientemente de si es hombre o mujer…
Sabéis que en Divanate no nos gustan las etiquetas, creemos en que cada persona es libre de elegir con quién quiere compartir su amor, sea hombre, mujer o ambos sin poner una etiqueta a qué son.
Pero no venimos a hablar de etiquetas, sino del proceso de asimilación que lleva el enamorarse de forma diferente al resto de la sociedad heterosexual.

Hemos realizado una pequeña encuesta a un número de hombres y mujeres heterosexuales. Les hemos realizado la siguiente pregunta: “¿Crees que podrías enamorarte de una persona de tu mismo sexo?”.

-El 90% de los hombres heterosexuales respondieron, seguros de sí mismos, que nunca podrían enamorarse de un hombre, a lo que añadieron: “me gustan demasiado los pechos y las vaginas”.

-En cambio, el 80% de las mujeres heterosexuales respondieron que sí, que podrían enamorarse de una mujer. Que es algo que no descartan, a lo que varias añadieron: “de hecho, me gustaría mantener relaciones sexuales con una mujer porque pienso que hay mayor complicidad “

Tras una pequeña charla con cada grupo hemos sacado varias conclusiones. Las mujeres son sexualmente más abiertas frente a relaciones homosexuales que los hombres. Ellos tienen demasiados prejuicios sobre dos hombres del mismo sexo. Esto explicaría por qué a los hombres heterosexuales cuando ven a dos hombres besándose les parece algo “desagradable”, mientras que ver a dos mujeres besándose les excita.

Cada vez hay más visibilidad de amor entre personas del mismo sexo en las redes sociales, televisión, series… y esto ayuda a muchísima gente que tiene miedo a lo diferente, miedo a lo desconocido y a salir del armario o vivir su amor sin etiquetas, sólo dejándose llevar.

Tenemos muchas historias de gente que nos ha contado lo que les ocurrió, la sorpresa que les dio la vida. Por privacidad no revelaremos su verdadero nombre así que vamos a poner nombres al azar.

1-Mario era un hombre casado y con dos hijos , uno adolescente y otro adulto. Se enamoró de un compañero de trabajo. No entendía cómo le estaba ocurriendo esto, pero sentía que tenía ganas de verle, de estar con él y cuando mantenía relaciones sexuales con su mujer, pensaba en él. Le daba miedo aceptar la realidad hasta que decidió hacer lo que su corazón sentía. Dejó a su mujer para vivir su propia felicidad, dejando atrás los prejuicios.

2- A Miriam siempre le han gustado los hombres, ha estado con varios pero algo cambió al conocer a Amaia. Amaia y Miriam no se llevaban muy bien al principio, Miriam pensaba que era una chica bastante antipática que la ignoraba siempre que salían un grupo de amigas. De repente algo cambió, empezó a conocerla mejor, se hicieron muy amigas y Miriam empezó a tener ganas de estar con ella, de verla, de hablar con ella, de saber que hacía. Esto hizo que con el tiempo cuando estaban solas, le miraba los labios y tenía ganas de besarla. No entendía por qué le ocurría esto, ni por qué quería besarla y sentía un cosquilleo cuando Amaia la rozaba. Asegura que sintió miedo y nunca se lo confesó, el miedo le pudo.

3- María es una chica heterosexual y con pareja. Conoció a Clara, una chica lesbiana y fuera del armario. Desde la primera vez que coincidieron surgió una conexión. Juntas salían de fiesta y siempre que estaban juntas, las risas estaban aseguradas. Una noche se quedaron las dos solas y, se acercaron tanto, que se acabaron fundiendo en un beso apasionado. María nunca se había planteado que pudiese gustarle una chica, le dio miedo, se sentía “rayada”. Sólo sabía que le había gustado a ambas.

4-Dos amigas nos cuentan cómo descubrieron que sentían algo más que amistad. Eran amigas inseparables, les gustaba pasar tiempo juntas, siempre aprovechaban cualquier ocasión para estar juntas, ambas heterosexuales. Una noche de risas con las amigas fueron incapaces de darte un pico entre ellas, se lo daban con el resto pero no entre ellas. No entendían porque no podían, así que pensaron que era porque eran como hermanas. Esa misma noche durmieron juntas, empezaron a darse besos en la mejilla con la luz apagada. En uno de esos besos se besaron. Aunque luego aparecieron los miedos y una de ellas se apartó porque no sabía cómo aceptar lo ocurrido. Luchó por lo que quería y surgió una relación entre ellas.

Aunque tenemos más historias las vamos a reservar para más adelante. Pero lo que más hemos destacado de todas las historias que nos han contado es el miedo que surge cuando te das cuenta que sientes algo por una persona de tu mismo sexo. Entra en conflicto los que sientes frente a lo que pueda pensar la gente. Miedo a que no te traten de la misma forma, miedo a que la otra persona no sienta lo mismo y se aparte de ti. Todo son miedos y una obsesión por saber qué eres: ¿lesbiana?, ¿bisexual?. Las incasables etiquetas que todo el mundo se empeña en poner a la gente que le ocurre esto, empezando por uno mismo. Muchas personas nunca dan el paso por miedo a qué dirán, por no aceptarse a uno mismo, y dejan pasar lo que podría haber sido una historia de amor con final feliz.
Pero muchos de vosotros nos habéis contado el comienzo de algo, y que a día de hoy ya no tenéis esos miedos, que decidisteis seguir con esa historia enfrentándoos al miedo de ser rechazados, al temor de que no os entiendan o la gente cambie con vosotr@s. Pero luchasteis por ser felices y desde Divanate queremos animaros a que si alguna vez os pasa algo parecido, luchéis por vuestra felicidad, por lo que queréis. Apartad el miedo, porque el miedo sólo te aparte de la felicidad.

A todos los que os entró miedo, nunca es tarde para que, si aún sentís, luchéis.
No es malo sentir estas cosas, no es malo querer a una persona, independientemente de su sexo. Lo malo es que no lo hagas por miedo y que luego te arrepientas toda la vida. Puede que algún día llegue alguien que despierte algo que no esperabas, puede que la vida te dé otra oportunidad con alguien que ya tuviste una historia. Si la dejaste pasar una vez, no caigas en el mismo error.

Gracias a todas esas personas que nos han contado lo que les pasó, que se han abierto a nosotros para contar un poco cómo lo vivieron. Si esto te pasa a ti, puedes escribirnos y contárnoslo en nuestro correo electrónico: divanate@outlook.com

Puedes seguirnos en nuestras redes sociales: Twitter, Instagram y Facebook @divanateconmigo

Gracias por leernos!!

DIVANATE-SIÉNTELO-SUÉLTATE

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *